Claudia es una joven independiente cuya admiración por U2 surgió hace casi una
década, cuando acudió a un concierto del grupo irlandés en el Foro Sol de la Ciudad
de México. Ahora según su propia experiencia, asistir a uno de sus conciertos sería
uno de los momentos más emocionantes de su vida como espectadora. Sin embargo,
todo asistente a un concierto de este tipo debe considerar que el gusto por ver a
nuestro artista favorito tiene un precio que va más allá del costo del boleto.
LA INCERTIDUMBRE
Todo comenzó con el rumor de que su artista favorito se presentaría en la ciudad,
frente a más de 2 mil 500 personas, que de acuerdo con la Ley para la Celebración de
Espectáculos Públicos del Distrito Federal es el mínimo de asistentes para considerar
un concierto como masivo.
El rumor se volvió tan fuerte que surgió la necesidad de escuchar una confirmación
oficial a través de algún medio: radio, televisión, Internet o carteles publicitarios.
Una vez confirmado, la siguiente etapa consistió en conocer la fecha, hora y lugar en
donde se celebrará el concierto (la capacidad del recinto ofrece una idea del número
de boletos disponibles), así como el día en que se pondrán a la venta los boletos para
tratar de ser, sino la primera, si una de los afortunadas en asistir.
Un par de meses antes del concierto y platicando con Juan y Edgar, compañeros de
oficina, como muchos otros grupos de amigos decidieron ir juntos y es que, de
acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática
(INEGI), de los diferentes espectáculos públicos que se realizan en nuestro país, los
musicales ocupan el segundo lugar en número de asistentes, sólo atrás de los
deportivos.
ME URGE UN BOLETO
Hoy en día es común la preventa de boletos, pero si no cuentas con la tarjeta de
crédito participante debes esperar a la venta general. Y así la fecha, 14 de diciembre
de 2005, los tomó por sorpresa, porque no sólo no eran de los primeros sino que
corrían el riesgo de no conseguir boletos, ya que decenas de personas durmieron días
antes fuera de las taquillas esperando que se iniciara la venta.
Esta situación implicó tomar medidas inmediatas, toda vez que las opciones para
adquirir los boletos, -mismas que se utilizan para la mayoría de los conciertos en
nuestro país- fueron: comprarlos directamente en las taquillas del recinto, en este caso
el Estadio Azteca o vía telefónica, por Internet o directamente en algún centro de
distribución ubicado en tiendas de discos Mixup; a través de Ticketmaster (una de las
principales empresas que se encargan de la operación y comercialización de boletos
para espectáculos en vivo y eventos en general).
Como no pudieron hacer la compra por Internet -al parecer la mayoría de los 70 mil
interesados en obtener un boleto tuvieron esa idea- Juan y Edgar con tarjeta de crédito
en mano tomaron un taxi al Mixup más cercano, sin saber siquiera el costo de los
boletos, pero con la misión de conseguirlos a toda costa.
Tras media hora de espera, le informan a Claudia por celular que los boletos cuestan
entre 300 y 2 mil pesos, aunque había de 600 y 850 pesos, y que cada comprador
tenía derecho a cuatro boletos, cantidad límite fijada por el promotor del evento o el
inmueble para garantizar la distribución y la demanda, de acuerdo con Ticketmaster.
La fila para adquirirlos era de más de 100 personas y avanzaba lentamente. Una hora
después adquirieron boletos de 300 pesos en área general -el único tipo de localidad
disponible- con un cargo por servicios por 36 pesos (que no te cobran si compras los
boletos en las taquillas del estadio), pero esto era lo de menos, el objetivo era estar
presente en cualquier asiento y aunque después abrieron una nueva fecha, ya no
importaba ¡Tenían sus boletos para el primer concierto! Como se puede observar en la
siguiente imagen:
AL FINAL DEL DIA
El día esperado llegó y con boleto en la mano se dirigieron al Estadio Azteca para ser
parte de la historia que, según sus boletos, iniciaría a las 20:00 horas. Dado que sus
asientos pertenecían a la sección general, arribaron cuatro horas y media antes. Tras
pasar el tráfico por la avenida principal en coche, de esquivar a las personas que
caminaban en las calles laterales al estadio, los puestos ambulantes y de pagar 100
pesos de estacionamiento, estaban listos para entrar.
El Estadio Azteca lucía majestuoso en color rojo y negro, con anuncios de los
patrocinadores del evento y puestos con todo tipo de recuerdos: playeras, tazas,
llaveros, sudaderas, gorras, plumas, bufandas, pulseras, etc. Claudia no podía irse sin
un recuerdo; ya adentro del estadio y después de pasar las inspecciones de
seguridad, buscaron las carpas que venden los artículos oficiales y en donde el precio
de las playeras oscilaba entre 200 y 300 pesos, mientras que las piratas, fuera del
estadio, se ofrecían entre 80 y 100 pesos.
TERCERA LLAMADA
Como no tenían boletos numerados, encontraron un lugar que consideraron el mejor
para poder apreciar el espectáculo; un refresco y unas papas fritas mitigaron las tres
horas de espera. Los alimentos y bebidas costaban entre 150 y 400% por arriba de su
precio normal.
Tras 40 minutos, el grupo de apertura pasó casi desapercibido y a las 21:20 de la
noche, una hora después, U2 se adueña del escenario, inicia el show, los gritos y la
euforia de los 70 mil asistentes.
SER "FAN" CUESTA
Sin duda todo tiene su precio y asistir al concierto de nuestro artista en vivo tiene un
costo que se aleja, por mucho, sólo del valor del boleto y en el caso de Claudia el
costo por ver a U2 fue de poco más de mil pesos, como se observa en el siguiente
cuadro:
No obstante, aquí es donde vale la pena detenerse y evaluar si el espectáculo, como
en el caso de Claudia, valió el gasto económico, emocional y físico; sí fue así, no resta
más que recordarlo como un gran momento que compensó cada uno de los gastos
realizados.
En caso contrario, sirve para reflexionar sobre los factores que debemos
considerar al decidir asistir a un espectáculo masivo, para tomar medidas y evitar
gastar más de la cuenta.
A continuación te damos una serie de recomendaciones para cuando decidas asistir a
un concierto masivo:
1. Trata de tener la fecha exacta en la que se pondrán a la venta los boletos. Puedes
obtenerla si estás al pendiente de la información a través de los diferentes medios de
difusión.
2. La comodidad tiene su precio, si decides comprar tus boletos por Internet o teléfono
toma en cuenta que te cobrarán una comisión, cosa que no sucede si los adquieres en
las taquillas del recinto en donde se llevará a cabo el espectáculo
3. Considera que debes tener tiempo disponible (de medio día un día completo) para
la compra de los boletos).
4. El día del evento viste ropa cómoda y calzado adecuado, tenis de preferencia. Trata
de llegar a tiempo.
5. Considera que tal vez tengas que estar mucho tiempo de pie y sin alimentos,
procura almorzar muy bien.
6. Si el evento es de día y al sol utiliza una gorra, lentes oscuros y algún bloqueador
solar. Consulta aquí nuestro artículo sobre el sol y la piel.
LOS ENTRETELONES
La industria del espectáculo de conciertos en vivo funciona a través de empresas que
se encargan de la organización y producción de conciertos en nuestro país. Tal es el
caso de Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE) que por medio de su
filial OCESA (Operadora de Centros de Espectáculos) se encarga de la organización
de la mayoría de conciertos en México en 11 centros de espectáculos con capacidad
para 230 mil personas.
Este tipo de empresas están en contacto con las agencias artísticas (nacionales e
internacionales), para contar con la información de tours de los artistas que podrían
venir a nuestro país y su disponibilidad.
A través de las tendencias y preferencias detectadas en la gente por medio de
diversos sondeos de mercado, de rentabilidad y perfil de riesgo determinan el artista,
el posible éxito del evento y la posibilidad de una contratación.
Posteriormente, se realiza la reservación del inmueble y las fechas de inicio de venta
de boletos se programan y anuncian en Ticketmaster. En seguida, la empresa vende
los derechos de publicidad y la campaña en los medios masivos se inicia,
especialmente en estaciones de radio, televisión, Internet y anuncios espectaculares.
De acuerdo con Norma Lezcano en su artículo "CIE segundo acto" publicado en la
revista Expansión, la misma empresa se encarga de la venta de alimentos, bebidas y
souvenirs o recuerdos conmemorativos del evento.
De esta forma, de cada 100 pesos
del precio del boleto, la empresa destina 43 a gastos (el artista, promotor, dueño del
local, difusión, escenografía, impuestos, seguridad, etc.) y obtiene 57 pesos en
ganancias (adicionalmente obtiene ingresos por patrocinios, comisiones por venta de
boletos, comida, bebidas y souvenirs).
Una vez explicados los costos y el funcionamiento del mercado, a continuación te
presentamos, a manera de ejemplo, los costos de los próximos conciertos de Mötley
Crüe (banda norteamericana de rock) a celebrase en nuestro país.
Como puedes
observar las diferencias de precios, entre el boleto más caro y más barato, en taquilla
es grande debido, principalmente, al estado de la República, el recinto y el tipo de
localidad. De esta manera se puede observar que en el Palacio de los Deportes
encuentras una diferencia de 720 pesos entre las localidades más baratas y más
caras; mientras que en la Arena de Monterrey la diferencia es de mil 285 pesos.
Toma en cuenta que no necesariamente, en un concierto masivo, tienes que estar muy
cerca de tu artista para disfrutar de un buen show, y lo que gastes depende, en
muchas ocasiones, de qué tan fan eres.
INFORMACIÓN: Brújula de compra de
Profeco (www.profeco.gob.mx)
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